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¿Quieres ser programador?
En todos los grupos de amigos hay al menos uno que es programador.
El programador del grupo trabaja desde casa, tiene un horario flexible y es el que más dinero gana a final de mes.
Aunque a todos los amigos del grupo les gustaría tener las mismas condiciones laborales que el programador, ¿cuántos de ellos están dispuestos a aprender a programar, a ganar experiencia durante años y a competir por las mejores oportunidades laborales hasta conseguirlo?
El camino para convertirse en programador es largo y está lleno de obstáculos que nos harán caer una y otra vez. Pero si te atreves a intentarlo durante el tiempo suficiente y consigues superar todas las pruebas, habrá sido una de esas decisiones que mejora radicalmente tu vida.
Soy Carlos Sala, desarrollador de software, y hoy vamos a descubrir cuáles son las dificultades de aprender a programar que debes tener en mente, antes de empezar ningún curso, si no quieres morir en el intento.
Escucha los consejos de programadores con más experiencia
Desde el primer momento en que decidas aprender programación, empezarás a recibir recomendaciones y consejos de tus amigos o familiares que ya están dentro del mercado laboral.
La intención de estas personas no es otra que la de minimizar la cantidad de errores que vas a cometer durante el proceso de aprendizaje. Pero nos ocurrirá algo parecido a cuando éramos niños, que nos costaba escuchar los consejos de los adultos y teníamos que experimentar por nosotros mismos las cosas para aprenderlas. Mantener a raya el orgullo y dejarte guiar durante los primeros meses es difícil, pero también es el atajo que más tiempo te va a ahorrar.
Aunque no pongo en duda que seas capaz de resolver tú solo todos los problemas que aparezcan mientras aprendes a programar, te digo que no es la opción más inteligente.
Presta atención a las palabras de programadores más experimentados que tú para evitar dolores de cabeza y avanzar más rápido hacia tu objetivo.
Cómo empezar a programar
Con el mindset de pizarra en blanco y dispuesto a aprender todo sobre programación, ¿por dónde deberías empezar?
Qué quieres programar
En primer lugar, tenemos que saber que el mundo de la programación es muy amplio y tenemos que elegir en qué queremos especializarnos.
- ¿Quieres programar la parte visible de las páginas web?
- ¿Te gusta más la parte del backend y base de datos?
- ¿Quieres desarrollar videojuegos?
- ¿Aplicaciones móviles?
Lo más común es empezar con el frontend o backend de la programación web, pero no te preocupes demasiado en si has tomado la decisión correcta o no. Podremos aplicar la mayoría de cosas que aprendamos de un campo a otro si en el futuro cambiamos de idea.
Formas de aprender programación
Cuando tengas claro lo que quieres hacer, el siguiente paso es empezar. A priori, se me ocurren 4 formas diferentes de aprender programación:
- Inscribirte en el grado de informática en la universidad que dura 4 años.
- Hacer un grado medio o superior de 2 años en desarrollo de aplicaciones en un instituto.
- Realizar uno de los famosos bootcamps de programación de 6 meses.
- Aprender a programar de forma autodidacta siguiendo cursos de programación.
Cada una de estas opciones tiene una larga lista de ventajas y desventajas genéricas que podemos enumerar. Por ejemplo:
- Estudiar un grado oficial en una universidad o instituto nos garantiza que el contenido va a estar bien estructurado. También conseguiremos un título que nos dará credibilidad cuando busquemos nuestro primer trabajo y aún no tengamos experiencia laboral.
- Los bootcamps de programación llevan años oliendo a muerto para las empresas, que cada día más, evitan contratar a programadores junior recién salidos de uno de estos. Ya que no están suficientemente preparados para el mundo laboral y son, durante los primeros meses o años de trabajo, más una carga para la empresa que un trabajador productivo. No es posible aprender a programar de una forma decente en 6 meses si no es memorizando trozos de código de un framework sin entender cómo funciona.
- Por otro lado, si decides aprender a programar tú solo sin ninguna supervisión tienes un alto riesgo de abandonar en cualquier momento sin dar explicaciones a nadie, de perder el tiempo en conocimientos irrelevantes o de ver decenas de horas de cursos de programación desde cero que prácticamente olvidarás al día siguiente. Además tendrás que construir un muy buen porfolio que demuestre todo lo que sabes hacer si quieres que alguna empresa te dé una oportunidad.
La elección de una u otra dependerá de la disponibilidad en horario y económica de cada persona y existen historias de éxito y fracaso para todas las opciones, pero hay algo que tienen en común estas formas de aprender programación: eres tú el que tiene que poner el esfuerzo.
Buscando el curso de programación perfecto
Como para cualquier otra cosa en la vida, si queremos aprender a programar debemos aplicar un esfuerzo de forma constante durante un tiempo determinado. Es la única forma de ir entendiendo de más simples a más complejos los conceptos que van apareciendo. Aunque al principio parezca una tarea imposible.
Al igual que cuando quieres mejorar tu físico, las dietas milagro o aparatos de musculación sin esfuerzo son un engañabobos; no existen cursos de programación milagrosos con los que podamos aprender en poco tiempo solamente viendo vídeos. Resolver ejercicios prácticos por nuestra cuenta y calentarnos la cabeza durante horas buscando la mejor solución para un problema, es lo que de verdad te va a hacer crecer como programador.
La mayoría de cursos de programación no son más que una adaptación de los conceptos y ejemplos que podemos encontrar en la documentación oficial de cada lenguaje de programación o librería. Así que no te vuelvas loco eligiendo el curso perfecto, escoge uno impartido por alguien que respetes como profesional y empieza.
No importa si das el curso en la universidad, en un instituto o de forma autodidacta en tu casa, las diferencias en el contenido van a ser insignificantes. No dejes que te entren las dudas sobre si el curso que estás haciendo merece la pena o no, y en caso de tenerlas, siempre puedes consultar la tabla de contenidos de otros cursos para hacer la comparación.
Dificultad, frustración y fase de excusas
Sin duda, decidirte a hacer un cambio en tu vida y elegir el método de aprendizaje que vas a seguir es importante, pero más todavía lo es aguantar mentalmente los primeros años desde que empiezas a aprender programación.
Yo no sé si a todo el mundo le pasa igual, pero en mi caso fueron concretamente 2 años en los que todos los conceptos que nombran los cursos son desconocidos y todo lo que intentas programar no funciona.
Programación, frustración y resiliencia
La sensación de fracaso constante que sientes cuando aprendes a programar desde cero me resulta parecida al sentimiento de aprender un nuevo idioma. Es algo tan diferente a todo lo demás que hayas aprendido en tu vida, que es muy difícil reciclar conocimientos que ya tengas para facilitarte el proceso.
Después de varios días, semanas o meses continuos de errores y exámenes suspensos, llega un día en que sientes que es imposible y que tú no estás hecho para programar. Es en ese momento, por el que todos los que nos dedicamos a esto hemos pasado, cuando debes recordar cuál es el precio que tienes que pagar si quieres dedicarte a esta profesión: tienes que superar la curva de aprendizaje inicial.
Si consultaste con otros programadores antes de empezar cuánto de difícil es aprender, estoy seguro de que te advirtieron de que los comienzos, en cualquier lenguaje de programación orientado a objetos, son muy intensos. Solamente para construir los cimientos, tenemos que aprender qué son las variables, las funciones, los condicionales, los bucles, etc.
Y en realidad, los problemas no solo aparecen en los comienzos. El trabajo como programador exige un aprendizaje continuo. Es muy común que en el momento que tengas que aplicar algo que has aprendido recientemente tengas dificultades y entres en esta fase de frustración. Independientemente de los años de experiencia que tengas.
Cuando programes vas a fallar más que una escopeta de feria, no importa lo bien que se te dé. Basta con que un día estés un poco desconcentrado para que al día siguiente tengas que borrar todo el código que escribiste porque es incorrecto. Así que, lo que tienes que llevarte de todo esto que he dicho, es el mensaje tranquilizador de que todos los programadores pasamos por estas crisis y que tienes que estar preparado para recomponerte mentalmente después de una racha de fracasos.
El rey de las excusas
Pero ¿qué pasa si no dedicamos todo el tiempo y esfuerzo que requiere aprender a programar y lo único que obtenemos es una derrota detrás de otra? Que nos convertiremos en una fábrica de excusas.
- Los profesores del grado no explican bien las lecciones.
- El curso al que me he apuntado no sirve para nada.
- Me he dado cuenta de que no me gusta programar.
- La programación es muy difícil para mí.
Solo en el primer año de ingeniería informática en la universidad, por lo menos la mitad de los compañeros de clase abandonaron. Qué casualidad que eran los que menos estudiaban.
Y bueno, a lo largo de los 7 años que llevo trabajando, mi hermano pequeño y varios amigos que quisieron meterse en el sector y me pidieron consejo, en cuanto se dan cuenta de que no te van a regalar el dinero por la cara, se lo dejan con alguna de las excusas del repertorio.
Que puede ser que de verdad no te guste y después de probarlo lo dejes, pero por lo que yo he visto los abandonos se dan antes de tener unos conocimientos mínimos para decir que sabemos programar. Como hemos mencionado antes, solo prestando atención a las advertencias que nos dan antes de empezar, podríamos evitar estas incursiones fallidas y un montón de tiempo perdido.
No aprendas programación si no te apetece hacerlo, pero no retuerzas la realidad para encontrar un culpable de todos tus males. El poder y la responsabilidad de escribir el futuro en tu vida son sólamente tuyos.
La recompensa
A los guerreros que superen todas las pruebas para convertirse en programadores, les espera una gran recompensa.
Lo más obvio, y en lo que se fija la mayoría de la gente es en las condiciones de trabajo. El sector IT cuenta con una tasa de paro prácticamente inexistente. Y, aunque a veces el sector también pasa por crisis en las que se producen más despidos o cuesta más encontrar un empleo, los salarios de hasta cinco ceros, horarios flexibles y trabajar desde casa son los mayores atractivos para dedicarse a la programación.
Pero, por otro lado, a mí lo que más me gusta de mi trabajo es ser capaz de resolver problemas de la mejor forma posible aplicando mis conocimientos. Me hace sentir satisfecho y valorado como trabajador, que es algo que por desgracia no podemos decir de todos los puestos de trabajo.
Yo recuerdo que antes de dedicarme a la programación, cuando buscaba trabajo de verano no pasaba ni las entrevistas de Burger King o los supermercados. Literalmente aprender a programar me cambió la vida, porque como programador nunca he tardado más de 1 mes desempleado y con unas condiciones, de lejos, mucho mejores que en los sitios en los que me rechazaban.
Que esto te sirva como motivación para intentarlo. Pero ten claro que el dinero no crece en los árboles. Si una empresa está dispuesta a tenerte en nómina es porque, como trabajador, el balance entre tu salario y los problemas que eres capaz de resolver genera beneficios.
¿Todavía quieres ser programador?
Si con todas las cartas sobre la mesa todavía tienes ganas de aprender programación, solo te puedo mandar mi apoyo para aguantar en los momentos más difíciles. Por desgracia, el resto del trabajo tendrás que ponerlo tú.
Organiza un horario para repartir el tiempo entre tu vida social, trabajo y estudios de programación; ponle todas tus ganas y mantén el contacto con programadores que ya estén trabajando para no perder la motivación.
De nuevo soy Carlos Sala, desarrollador de software, y ¡nos vemos pronto!